«La Fraternidad Velad y Orad» se inspira en las palabras de Jesús en Getsemaní cuando reclama a los discípulos más íntimos diciéndoles: «Velad y orad para no caer en la tentación» (Mt 26,41).
Es un momento de angustia y de soledad de Jesús porque sus discípulos se quedan dormidos. De ahí que estas palabras sean de inspiración para vivir en nuestra Fraternidad y transmitirla a los demás como una necesidad vital de todo discípulo del Señor. La vigilancia y la oración nos mantienen despiertos, como centinelas en la noche oscura de las tinieblas de nuestro mundo. De ahí que los retiros y el trabajo de la Fraternidad sea enseñar a orar, ser lámparas de Dios, perseverantes, para despertar las conciencias de las personas en su encuentro con Dios, contemplar la realidad que se está viviendo, que aunque sea muy dura, con la ayuda de Dios todo puede cambiar y mejorar. Si falta vigilancia y oración podemos quedarnos dormidos como los discípulos y luego dispersarnos y abandonar al Maestro como ellos hicieron.
Optar por «la Fraternidad Velad y Orad» y su misión, es colaborar en que la Iglesia esté más ungida, llevada por el Espíritu sea más espiritual y profunda, en continua conexión con la voluntad de Dios para llevarla a cabo. La oración hace posible lo imposible y es la fuerza de los débiles.